A los veinte de la primera parte Gatorei perdía por la mínima y era superado por Cual Eus. Pero Folatti cambió a tiempo y mandó a la cancha al debutante Gusi para ordenar la estantería. El cambio le salió bien, Gatorei terminó arrollando al virtual puntero de la categoría para alcanzar sobre el final el desahogo, con un empate que terminó quedando corto en virtud de los propios merecimientos.
Cuarenta y tres minutos del complemento del match entre Gatorei y el encumbrado Deportivo Cual Eus que gana por la mínima y se sube a la cima del torneo. Un equipo que va con todo lo que tiene en busca de imprimirle justicia al tanteador, pero que se encuentra con un sólido arquero y un providencial horizontal que rechaza toda ilusión gatorense. Los hados se encaminan hacia el sinsabor. Pero antes de que el último grano de arena termine de caer y se expire el tiempo recuperado, Dogo se mete con decisión al área, pelota dominada, busca a Folatti por medio de un centro que es interceptado por un defensa, recaptura la pelota y tras una (nueva) tapada del arquero, le asesta el golpe final para ponerle paridad al marcador y hacer disparar en una alocada carrera a todo la plantilla en el que seguramente haya sido el gol más gritado de los últimos años…tanto se corrió en el festejo que sólo se atinó a detener la marcha frente al Planetario, en donde Juanca y sus hamburguesones completos.
Cuesta imaginar algún otro momento en la historia gatorense que haya sido tan auspicioso como el presente. Quizás habría que remontarse a la prehistoria de la franquicia, cuando debutaba en el torneo universitario y conseguía el pasaje de la D a la C. Luego de temporadas aciagas en las que, entre lesiones, falta de jugadores, peleas fraternales y flaquezas de temperamento, sólo lograba pulular por la parte media de la tabla, algo ha cambiado. A ese algo habría que agregarle una “s”, porque son muchas las ventajas comparativas de esta temporada en relación a las anteriores, en la divisional C, en la que está estancado hace cuatro años. Enumerarlas no tiene sentido porque sería repetir mucha de las cosas que acá ya se han escrito. Sí huelga celebrar que el sábado pasado el equipo regaló otro dulce para saborear e ilusionarse con verse promovido a la B en 2010. Y es que Gatorei arrolló físicamente a su rival y en eso asentó la potencia para ir a buscar el mejor resultado posible. Un defensa verdiblanco alertaba a sus compañeros “se nos vienen por todos lados”, no era Francella atemorizado en un bosque con Emilio Disi por la presencia de ninjas, pero se le asemejaba bastante.Pero antes de ser la máquina impetuosa que anuló en el segundo tiempo al que en los números llegaba como mejor equipo del torneo, Gatorei fue, en la parte inicial, una formación dubitativa a la que le costaba hacer pie y jugar en un nivel de igualdad. El poker de ausencias (Guassardo+Pacce+Huergo Jr+Mati FG) llevaba al DT a alistar desde el inicio con Tarando en la valla; JP Fernández, Nacho Rivero, Agus Bugna y Puro FG en la zaga; Chicho de la Serna, Tato Huergo, Agus Bourre y Anibal FF en la zona media; Erni Scheinkestel y Dogo Urroz en la zona de vanguardia.El rompecabezas armado por Folatti empezó a mostrar sus falencias apenas iniciado el cotejo. Dos jugadas calcadas cualesianas casi ponen en jaque las intenciones de los de blanco en el match. En sendas ocasiones desbordaron por la inconexa franja izquierda gatorense, tras ganar sucesivamente las espaldas del propio Folatti y del Puro FG, y en sendas ocasiones llegaron los verdiblancos a posición manifiesta de gol. Fortuna quiso que en sendas ocasiones la campana de la puntería no doblara para Cual Eus y se mantuviera el score cerrado.Pero llegó la tercera y fue la vencida. Nuevamente Cual Eus aprovechó el sector izquierdo gatorense, por donde Folatti iba bien para adelante, pero le costaba a la hora de poner la marcha atrás, dejaba a Puro FG muy solo y con mucho terreno, que era bien aprovechado por los volantes y delanteros cualesianos que jugaban a sus espaldas. En un enésimo desborde y tras un tiro cruzado al arco, Agus Bugna quiso despejar el envío pero terminó metiendo el balón en propia valla. Antes de que el rival sacara petróleo de una incosistencia táctica, y en vistas de que la situación no se modificaba y había fallas estructurales en el planteo, Folatti hizo el que, en sus propias palabras, fue su mejor cambio de la temporada: a los treinta minutos se sacó a él mismo para echar mano de Gusi, al que formó de doble cinco junto a Tato y así correr a Bourre a la banda, para que hiciera los cuarenta metros para adelante pero también estuviera en condiciones de tomar la zona defensiva.El ingreso del blondo refuerzo no sólo regaló mayor componente ario a la formación, sino que además contribuyó a asentar al Gatorei, volverlo un equipo más corto y ordenado. Las mieles de la variante recién se verían en el segundo tiempo, en el que Santi Rozas ingresó por Puro FG y el DT Folatti se devolvió al terreno de juego, ahora como ariete, en lugar de Scheinkestel.
El símbolo de lo que serían esos últimos 40 minutos estuvo en el arranque mismo del complemento: Cual Eus sacaba del medio y no pudo concretar el segundo pase continuado que ya Folatti le había interceptado el balón a un contrincante en el mismo círculo central. Con esa pulsión ofensiva se jugó durante toda la segunda parte, con la línea defensiva parada sobre la mediacancha, los volantes pegándose a los delanteros intentando una y otra vez. Cual Eus se encerraba atrás, metido por la presión asfixiante del Gatorei, e intentaba salir de contra.Si bien los de blanco le robaron la pelota, conquistaron el terreno y dejaron sin aire a su rival, no lograban terminar bien la retahíla de jugadas que los llevaban hasta el área contraria. Lo más punzante del Gato llegaba por izquierda, cuando Bourre y Gusi se unían con Dogo, pero rara vez no terminaban encerrados contra la línea de fondo, o tirando centros que eran bien descolgados por el portero rival. Por derecha los avances eran más contados (vale aclarar que Chicho jugó todo el partido lesionado, sin el despliegue característico), pero la presencia ofensiva de Aníbal por esa banda le imprimía a esos avances, tal vez menos verticalidad, pero mayor precisión.De una forma o la otra, el Gato iba con todo lo que tenía, que no era para nada poco, pero se encontraba cuando no se encontraba con la muralla defensiva o la buena tarde del cancerbero, el horizontal rechazaba un milimétrico tiro libre de Rivero, o por déficit de puntería Bourre hacía volar por sobre el travesaño el balón tras capturar un rebote en el punto penal.Sobre el final llegaría la jugada clave del partido. ¿Se creen que vamos a repetir el gol? No, nos referimos a la expulsión de Santi, a través de la cual salvó una contra que llevaba a un rival con pelota dominada hacia posición de Tarando, en lo que probablemente hubiera sentenciado las esperanzas gatorenses. De ese tiro libre, ejecutado ya en tiempo de descuento, llegó la contra que abría este post, la osadía de Dogo para llevarse por encima a cuanto rival se le cruzara en su camino, estampar el 1-1 final, festejado como un triunfo quizás no por el punto logrado en sí, sino por la fortaleza y determinación demostrada, que cristalizan en una creencia común que no debe atemorizar: el Gatorei modelo 2009 está para ascender, aunque enfrente le pongan las Torres Gemelas, las busca derribar, si es que no están ya derribadas.
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Vamos Gato la puta madre, se me pone la piel de gallina cuando recuerdo el final del match.
ResponderEliminarNo lo puedo creer, toy loco, quiero FULBO, no me aguanto mas, que toque el que sea, pero YA! Fue mi ultimo partido con 26, ahora jugaré con 27.
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