martes, 30 de junio de 2009
Fecha # Quevedo - Gatorei gana por walkover
A Gatorei no le hizo falta, esta vez, presentarse a jugar para extender a cuatro su racha de victorias en la divisional. Un burocrático 2 a 0 sobre el descalificado Copetín lo mantiene expectante en el segundo escalón de la ordenación.
El reglamento no permite segundas interpretaciones: cuando un equipo haya incurrido dos veces en su no presentación quedará automáticamente eliminado del Campeonato Abierto de Fútbol. Ahora que en la Nueva Argentina reina la seguridad jurídica y se encamina a vigorizar su calidad institucional, el Tribunal de Disciplina no podía andarse con ambages. Los Copetineros pagaron los platos que ellos mismos rompieron por doble ausencia.
Con la eliminación consumada, Gatorei que tenía diez puntos sobre doce posibles, producto de unas tablas y tres victorias, pasó a tener trece sobre quince y estirar a cuatro (cuatro en línea) su sendero victorioso. Su temporada se queda sin ochenta minutos de fútbol y la edición “La Previa” de su Blog, con una edición menos.
Copetín había caído, desde la B, a la Categoría C, y su debut había sido por demás papelonero: trece goles en puerta en los dos partidos a los cuales tuvo el piné de presentarse (contra Santa Cruz y Laser Quest). A la tercera fecha y contra Colgados del Travesaño, ya no fueron de la partida. Algunos especulaban con que el plantel se había recluido en un grupo de autoayuda para superar el bajón inicial y retomar con nuevos bríos la competición.
La siguiente fecha falseó esa hipótesis: contra Dep. Cual Eus el arquero se quedó encerrado en el ascensor de su edificio, la línea defensiva no escuchó el despertador, los mediocampistas abordaron el Airbus 447 a París, el 7 se llamaba Fernando Peña, el 9 era Michael Jackson y Copetín se quedó sin más fútbol para todo 2009.
Ahora en la tabla general el Gato suma trece puntos, solamente uno menos que el puntero (Indio Bob) pero con un juego menos, y sólo uno más que su perseguidor (el propio Deportivo Cual Eus), pero con uno de más. En la frialdad de los números, logró engordar el haber en la cuenta de goles sin necesidad de recurrir a Dogo Urroz (ahora 7 de 9), y sumar la tercera valla invicta en la competición, con sólo dos vueltas de Tarando para buscar el balón en propia puerta.
El culpógeno Quevedo, arrepentido de la quita de puntos producto de una trifulca contra Fidel en 2008, 11 meses después parece querer redimirse, otorgando al Gato tres puntos de oropel que le ayuden a continuar con determinación su carrera a la promoción de categoría.
El reglamento no permite segundas interpretaciones: cuando un equipo haya incurrido dos veces en su no presentación quedará automáticamente eliminado del Campeonato Abierto de Fútbol. Ahora que en la Nueva Argentina reina la seguridad jurídica y se encamina a vigorizar su calidad institucional, el Tribunal de Disciplina no podía andarse con ambages. Los Copetineros pagaron los platos que ellos mismos rompieron por doble ausencia.
Con la eliminación consumada, Gatorei que tenía diez puntos sobre doce posibles, producto de unas tablas y tres victorias, pasó a tener trece sobre quince y estirar a cuatro (cuatro en línea) su sendero victorioso. Su temporada se queda sin ochenta minutos de fútbol y la edición “La Previa” de su Blog, con una edición menos.
Copetín había caído, desde la B, a la Categoría C, y su debut había sido por demás papelonero: trece goles en puerta en los dos partidos a los cuales tuvo el piné de presentarse (contra Santa Cruz y Laser Quest). A la tercera fecha y contra Colgados del Travesaño, ya no fueron de la partida. Algunos especulaban con que el plantel se había recluido en un grupo de autoayuda para superar el bajón inicial y retomar con nuevos bríos la competición.
La siguiente fecha falseó esa hipótesis: contra Dep. Cual Eus el arquero se quedó encerrado en el ascensor de su edificio, la línea defensiva no escuchó el despertador, los mediocampistas abordaron el Airbus 447 a París, el 7 se llamaba Fernando Peña, el 9 era Michael Jackson y Copetín se quedó sin más fútbol para todo 2009.
Ahora en la tabla general el Gato suma trece puntos, solamente uno menos que el puntero (Indio Bob) pero con un juego menos, y sólo uno más que su perseguidor (el propio Deportivo Cual Eus), pero con uno de más. En la frialdad de los números, logró engordar el haber en la cuenta de goles sin necesidad de recurrir a Dogo Urroz (ahora 7 de 9), y sumar la tercera valla invicta en la competición, con sólo dos vueltas de Tarando para buscar el balón en propia puerta.
El culpógeno Quevedo, arrepentido de la quita de puntos producto de una trifulca contra Fidel en 2008, 11 meses después parece querer redimirse, otorgando al Gato tres puntos de oropel que le ayuden a continuar con determinación su carrera a la promoción de categoría.
viernes, 26 de junio de 2009
miércoles, 24 de junio de 2009
Nueva Sección: Ficha del Jugador: #1 Tati Tarando
#1 – Matías Tarando
Están los que dicen que los equipos se arman de atrás para adelante. Por otro lado, están los que dicen que lo importante, en cambio, es elegir bien a los Pepe Sand. La empiria acompaña tanto a unos como a otros. Grandes cancerberos jamás han ganado nada (con la sonoridad de José Luis Félix queda más pintoresco) y grandes campeones lo han sido sin, y a veces a pesar de, tener un buen guardavallas. De todos modos, la amplia mayoría de los equipos que hacen historia se apoyan en las manos de un gran arquero.
La historia gatorense marca que el año de gloria se contó con un valuarte de fuste, Javi Scheinkestel. Logrado el ascenso y retirado aquel pilar, y tras poco más de una temporada y media sin hallar el rumbo, la conducción optó por el reemplazo. Algo se había perdido con la ida de aquel custodio de los tres palos: el componente nepótico del Fino Scheinkestel. Así, se le escuchó decir allá por la segunda mitad del 2006 con pasaje aéreo a Caracas en mano: “ante la inseguridad que atraviesa la valla gatorense, tengo un plan, yo tengo al candidato.”, frase similar a la que tres años después viene usando el PRO en la provincia de Buenos Aires.
Matías Tarando llegó al Gato en la última parte de la temporada 2006 como cuñado de Erni y se quedó para siempre grabado a fuego en los corazones gatorenses, primero como El Cuña y luego como Tati. De ser un grupo con autocrítica se le buscaría un apodo menos bala, como “el crédito de Sáenz Peña”, ciudad de origen del joven guardameta nacido el 12 de noviembre de 1986, cuya pertenencia zodiacal utilizan algunos para defender la idea de que el escorpión de René Higuita no habría sido más que un homenaje a Tarando.
El debut le llegó una fría mañana invernal en la que el equipo, diezmado, pudo alinear sólo nueve jugadores, seis de los cuales estaban bajo los efectos del alcohol y venían de una YPF en la que cumplieron una asignatura pendiente de su primera adolescencia: conocer al protagonista de Amigovios. Esa jornada, en la que se entró en calor dentro de un auto con la poesía y música de Arjona a todo volumen, Tati empezó su camino gatorense evitando lo que, de no ser por su gran actuación, podría haber sido una dura goleada.
La llegada de Tarando le aportó seguridad al equipo y la recuperación de un guardameta sobrio (como sinónimo de serio, no de abstemio) que es dominador del juego aéreo que sobrevuela su área y casi imbatible en el mano a mano. Su perla negra se encuentra en la dificultad de practicar el saque de arco, lo que le otorga al Gato la reminiscencia ochentosa de efectuar ese tiro por parte de uno de sus zagueros centrales. Así, su minucia de defecto se vuelve virtud.
Quien eligió jugar en la misma posición que el Papa (el Papa muerto, Juan Pablo II) ha sabido portar casaca negra con vivos naranjas o alguna representativa del River Plate, pero desde esta temporada luce un modelo propio de Rogerio Ceni, lo que evidencia su admiración hacia el fútbol y la cultura brasileña.
Uno de los puntajes más altos de la embrionaria Temporada 20.09 tiene hoy su lugar destacado en el blog como vanguardia de sección. El Gato se arma de atrás para adelante, y con él bien parado está.
martes, 23 de junio de 2009
Parecidos # 3: Homenaje al fotógrafo oficial...
lunes, 22 de junio de 2009
Fecha 5 - RAIN DELAY
viernes, 19 de junio de 2009
Fecha 5 - Previa: El Gato busca de qué reir contra Tarea Fina
A tan sólo cinco días de haber alargado a tres la serie de victorias consecutivas en la divisional, Gatorei vuelve al pasto para darle rienda suelta a sus sueños de ascenso y campeonato.
El sábado desde las 13:30, Gatorei intentará, en las adyacencias de la gélida pileta, en plena cancha 4, volver a quemar las turbinas de su máquina futbolística y herir otra vez al golpeado Tarea Fina, en lo que será un choque de opuestos.
Por primera vez en el torneo, los de blanco se mudarán a la zona sur del predio, al entrar por el comedor pondrán la luz de giro para la izquierda y habrá que ver cómo resulta este cambio que, a priori puede resultar una minucia, pero bajo los designios del feng shui se torna nada despreciable.
El Gato llega como único escolta del campeonato, a dos de la cima. Ganó tres de cuatro jugados y es uno de los invictos. Por su parte, Tarea es el colista de la divisional, ya que perdió todo lo que jugó: por la mínima en tres ocasiones, contra Deportivo Kui, Fidel e Y también Morcilla; y en estrepitosa goleada 0-4 con Los Bambis Boys; habiendo inflado las redes en solo una oportunidad del transcurrido 2009.
La permanencia de Folatti en tierras barilochenses vuelve a poner interinamente la conducción de la escuadra en manos de Dogo Urroz, quien deberá mostrar que el triunfo del lunes pasado no responde solamente al adagio que reza que técnico que debuta gana, sino a sus condiciones inherentes de liderazgo natural y manejo de grupo.
Gatorei contará con la vuelta de uno de sus fundamentals, el Tanque Guassardo, que luego de un paseo por Mar del Plata, en donde fue confundido con uno de los lobos marinos (será tarea de investigación develar con cuál de los dos) volverá a calzarse la #5 talla XXL. Por otro lado, y desde hace unas pocas horas, se viene corriendo el run run de que finalmente este partido marcaría el regreso del hasta ahora esquivo Rozas Garay.
De todas formas, y tal como viene siendo el patrón de la temporada, el equipo será dado minutos antes de comenzar el cotejo, con el objetivo de mantener el entusiasmo y la concentración de todos los convocados.
Entusiasmo y concentración en la necesaria danza de la antilluvia, que los gatorenses vienen bailando desde que, el propio martes, cuánto meteorólogo, informante del tiempo, brujito maya, etc. que da vueltas por la caja boba anuncia precipitaciones para el mismísimo momento en que el Gato debería estar afrontando su quinto compromiso del año.
Es de esperar entonces que Neptuno no se impaciente y dé lugar al partido que, de mediar una victoria, dejará a Gatorei, provisoriamente, en la cima máxima del torneo por vez primera en su historia.
El sábado desde las 13:30, Gatorei intentará, en las adyacencias de la gélida pileta, en plena cancha 4, volver a quemar las turbinas de su máquina futbolística y herir otra vez al golpeado Tarea Fina, en lo que será un choque de opuestos.
Por primera vez en el torneo, los de blanco se mudarán a la zona sur del predio, al entrar por el comedor pondrán la luz de giro para la izquierda y habrá que ver cómo resulta este cambio que, a priori puede resultar una minucia, pero bajo los designios del feng shui se torna nada despreciable.
El Gato llega como único escolta del campeonato, a dos de la cima. Ganó tres de cuatro jugados y es uno de los invictos. Por su parte, Tarea es el colista de la divisional, ya que perdió todo lo que jugó: por la mínima en tres ocasiones, contra Deportivo Kui, Fidel e Y también Morcilla; y en estrepitosa goleada 0-4 con Los Bambis Boys; habiendo inflado las redes en solo una oportunidad del transcurrido 2009.
La permanencia de Folatti en tierras barilochenses vuelve a poner interinamente la conducción de la escuadra en manos de Dogo Urroz, quien deberá mostrar que el triunfo del lunes pasado no responde solamente al adagio que reza que técnico que debuta gana, sino a sus condiciones inherentes de liderazgo natural y manejo de grupo.
Gatorei contará con la vuelta de uno de sus fundamentals, el Tanque Guassardo, que luego de un paseo por Mar del Plata, en donde fue confundido con uno de los lobos marinos (será tarea de investigación develar con cuál de los dos) volverá a calzarse la #5 talla XXL. Por otro lado, y desde hace unas pocas horas, se viene corriendo el run run de que finalmente este partido marcaría el regreso del hasta ahora esquivo Rozas Garay.
De todas formas, y tal como viene siendo el patrón de la temporada, el equipo será dado minutos antes de comenzar el cotejo, con el objetivo de mantener el entusiasmo y la concentración de todos los convocados.
Entusiasmo y concentración en la necesaria danza de la antilluvia, que los gatorenses vienen bailando desde que, el propio martes, cuánto meteorólogo, informante del tiempo, brujito maya, etc. que da vueltas por la caja boba anuncia precipitaciones para el mismísimo momento en que el Gato debería estar afrontando su quinto compromiso del año.
Es de esperar entonces que Neptuno no se impaciente y dé lugar al partido que, de mediar una victoria, dejará a Gatorei, provisoriamente, en la cima máxima del torneo por vez primera en su historia.
jueves, 18 de junio de 2009
miércoles, 17 de junio de 2009
martes, 16 de junio de 2009
Gato Total
Gatorei sumó su tercera victoria consecutiva al superar por 2 a 0 a Junín y se afianza en la pelea por el campeonato. Dogo Urroz volvió a robarse los flashes del partido al convertir en sendas ocasiones en la cancha 7 de Ciudad. Seguí bajando y enterate de todos los pormenores gatorenses, con nuevo formato facilitador de lectura.
“Qué Aníbal no vuelva nunca más” bromeaba al terminar el partido un jugador del cual se mantendrá en reserva su identidad ya que salir a buscar un nuevo cancerbero esmerilaría las posibilidades gatorenses de vistas al campeonato. Ese tono risueño, que resalta las virtudes de Dogo Urroz ya no sólo como ariete gatorense sino ahora también como Director Técnico interino, podría confundir a algún trasnochado y hacer de esta, otra crónica que resalte las virtudes individuales de un jugador, tal vez el más destacado. Si bien en concreto el #14 volvió a convertir los goles del triunfo, glosar en ese hecho la extensión de estas palabras, que se proponen dar muestra de lo acontecido en el terreno de juego a lo largo de los ochenta minutos más esperados de la semana, sería injusto con el equipo en su totalidad. Y es que los doce guerreros que alistó Gatorei en la fría mañana del feriado tuvieron actuaciones sobresalientes, sin cada una de las cuales sería imposible explicar la tercera victoria en línea.
La retahíla de ausencias, precavidas o sorpresivas, obligó a quien le toca portar el cangurito con la sigla DTI (Director Técnico Interino) a improvisar cambios en la alineación titular. Con sólo doce presencias, la posibilidad de conjugar y alternar piezas resultaba bastante constreñida.
El Gato salió con la seguridad y algunas líneas de fiebre de Tati Tarando en la valla. JP Fernández retornaba a la titularidad por la banda derecha y Mati Pacce le correspondía por izquierda, Agus Fernández Bugna era designado primer central y Tato Huergo, la rueda de auxilio del Gato, ocupaba la zaga central que quedaba vacante por una nueva ausencia sin aviso de parte de Santi Rozas Garay. En el medio se paraban el púgil de la Serna por derecha, Mati FG y Agus Bourre por la zona céntrica y Ferni Huergo por la izquierda. Arriba para convertir se alistaban el Fili Scheinkestel y Alejandro “moneymaker” Urroz.
Los prolegómenos del match metían más miedo que ser sorprendido por Zulma Lovato a las 3 de la mañana en una oscura calle de Villa Urquiza. El faltazo de Tanque llevaba al sorteo inicial al Pura FG y su chiva finamente estilizada, quien en vez de optar por cara o ceca le decía al capitán rival que si él sentía que Junín debía arrancar el partido con posesión del balón, así lo hiciese. La estancia de Folatti en latitudes sureñas dejaba en acefalía la charla previa, que era capitalizada por el CEO de studiomediaweb para esbozar conceptos esclarecedores: “viejo, dejémonos de romper las pelotas y ganemos”. ¿Se venía el regreso de la camarilla Fernández Graziano?
Los primeros cuarenta
Gatorei entendía que necesitaba de la victoria para seguir prendido en la lucha grande y que enfrente había un equipo que, al menos otrora, sabía estar entre los mejores. Consciente de ello, salió con la determinación que lo viene caracterizando en toda la temporada 2009. Junín, el equipo más retro de la divisional, con varios players que ya peinan canas proponía un juego fuerte que tornaba friccionado en exceso al partido. Durante los primeros minutos del match los arcos sobraban. Los intentos de ambas escuadras se truncaban en la entrada a las áreas. Ante esta evidencia, el Gato empezaba a probar de afuera con Ferni, pero sus tiros no eran un dechado de puntería y con un zurdazo de Erni, que tras un rebote terminaba en tiro de esquina. Junín hacía lo propio, y casi logra convertir a la salida de un córner con un disparo bombeado, pero la pelota, bien controlada por Tarando, se fue rozando el travesaño.
Con el correr de los minutos los engranajes gatorenses se fueron aceitando y la solvencia rival comenzaba a mostrar grietas. De un saco de arco a favor y tras una doble peinada de Bourre en primera instancia y luego de Scheinkestel, Dogo entró solo al área, e hizo su gracia tocando sobre la humanidad del arquero que alcanzó a desviar el peligro. El mismo Scheinkestel, en su mejor partido con la casaca gatorense, se iba sólo al gol con todo el tiempo para pensar cómo definir, pero el diminuto colegiado le anulaba el avance por inexistente posición adelantada. A pesar de que no atacaba con tanta gente (los laterales quedaban contenidos ante la propuesta juninense de dejar tres delanteros para cada avance del Gato y Mati FG se ocupaba casi en su totalidad de relevar a Bourre) Gatorei avisaba y jugaba mejor.
A los treinta y tras una providencial recuperación en zona defensiva, Chicho de la Serna trasladó el balón hasta campo rival, dejando en el camino un par de casacas verdes, extendió para su compinche Ferni Huergo, quien alargó para Dogo que, entrando por el flanco izquierdo del área, burló la estirada del cancerbero para decretar la apertura del marcador. El banco de relevos y el reportero gráfico, únicos asistentes al match, se fundían en un abrazo.
Ferni, cansado tras una media hora de un enorme despliegue, pasaba a jugar como ariete con el Fino, y el goleador del Gato dejaba su puesto de vanguardia. Los de blanco mantenían su superioridad pero sin poder generar oportunidades de incrementarla y así se iban a las regaderas.
El complemento
Tras veinte minutos de entretiempo, que sacarían canas verdes a una serie de comentaristas deportivos, en este caso causados por la lejanía de la cancha siete de Ciudad con respecto a la provisión acuífera más cercana, el Gato volvía al césped y Urroz proponía no unos sorrentinos sino un cambio a la Caruso: el Pura FG saltaba al terreno por la mediacancha zurda en lugar de Ferni. La variante resultaría un éxito, ya que profundizaría el desgarramiento psicológico del rival que veía que el equipo que lo había superado con holgura en la primera parte se había guardado al Diez en la banca, y además le daba descanso a Ferni para aprovecharlo al máximo en los últimos minutos, cansancio rival mediante.
De la misma forma que el Gato había arrancado el partido con la determinación característica de toda la T09, el complemento lo inició sumido en una modorra que, sumada a la mayor enjundia rival en busca del empate, produjo algunos momentos aislados de zozobra. Tras unos pocos minutos de desconcierto y luego de ajustar algunas tuercas, especialmente en el mediocampo, los de blanco recuperaron el dominio del cotejo y empezaron a desplegar el mejor fútbol del campeonato.
En el PT y con Ferni parado de volante por izquierda siendo el iniciador de cada avance gatorense, la propuesta blanca quedaba limitada a esa banda, ya que se juntaba con Dogo y Bourre, y Chicho, impaciente porque no le llegaba la pelota, se cerraba, en lo que resultaba un amontonamiento de todas las casacas blancas ofensivas en pocos metros.
Reemplazado el Huergo menor, la oferta de ataque gatorense quedaba en los pies de Chicho, que ya no se corría de sector y lograba explotar al máximo la franja izquierda de la defensa rival, la más endeble de las dos, y en donde el de la piña prohibida mejor rinde. De su bota derecha, núcleo de cada ataque gatorense, comenzó a nacer un sinfín de oportunidades de gol. Bourre se soltaba más en relación a la primera mitad mientras Mati FG le custodiaba las espaldas.
El Gato empezaba a crecer y ahondar la ventaja sobre el rival, de la mano del ritmo impuesto por Chicho. Éste se unió con Erni y JP para hilvanar la mejor jugada colectiva del partido, que incluyó una sucesión de toques de primera que llevó la pelota desde el área propia hasta el desborde franco de Erni que descargó para Chicho cuyo remate se fue cerca del palo. Éste, cuando no conectaba con sus compañeros, agarraba la pelota en mediacancha y avanzaba hasta entrar al área y rematar a puerta. Así tuvo una muy clara que se fue rozando el palo, luego de perderse un gol increíble solo frente al arco, tras pelear una pelota que todos creían sería capturada por el portero verde.
Dándole continuidad a otro patrón de la temporada, Gatorei generaba y despilfarraba muchas situaciones de gol, y si bien controlaba a su rival, no conseguía definir el cotejo. A la mitad del complemento el Gato proponía un cambio de nombres y el Fino le dejaba su puesto de delantero a Ferni, que se recostaba por derecha para jugar junto a Chicho y enloquecer a sus rivales.
A los veinticinco, luego de no poder controlar un pase en profundidad de Chicho, JP presionó al defensa rival quien rechazó forzado, dejándole una pelota complicada a su compañero. Ante la presión bielsística impuesta por el Gato, el defensa intentó un pase al medio que quedó corto y Dogo aprovechó para, de zurda y de primera, poner el dos a cero, llegar a siete en la competición y llevar tranquilidad a sus dirigidos.
Los últimos quince minutos de juego sólo sirvieron para que Gatorei continuara floreándose. Sin solución de continuidad se sucedían una y otra situaciones de peligro. Junín no tenía fútbol para proponer y era un mar de nervios, comandado por un geronte que tras ser golpeado fortuitamente por una acción de juego ardía en maldiciones, provocando que se fuera reemplazando, no gritando Cruz Diablo! sino “te voy a matar”, a Bourre que lo miraba con una dosis de compasión y otra de vergüenza ajena. Los de verde estaban ya totalmente liquidados, contaban los minutos para la finalización del match, del que se fueron sin poder corroborar la calidad de Tarando, comentada por los vestuarios de Ciudad Universitaria.
Comandado por Folatti a la distancia, con Dogo en el interinato y en las redes, el juego del tryo Bourre-Chicho-Ferni y la sostenida solvencia defensiva, sobre todo de la cabeza de Tato, Gatorei estiró a tres su seguidilla de victorias. Volvió a mantener el arco en cero por segunda vez en el torneo y a regalar el mejor desempeño colectivo de la competición, cimentado en un férreo orden colectivo y una conmovedora solidaridad que dejó exhaustos a los doce gatorenses.
Así, y de la mano de los triunfos, la mística gatorense sigue en crecimiento, la ilusión de campeonato va adquiriendo verosimilitud, a la falsa modestia no se la ve ni en diez kilómetros a la redonda y el autobombo es, para cada jugador de Gatorei, la ropa marca Red Nails in Pain obligada a usar.
“Qué Aníbal no vuelva nunca más” bromeaba al terminar el partido un jugador del cual se mantendrá en reserva su identidad ya que salir a buscar un nuevo cancerbero esmerilaría las posibilidades gatorenses de vistas al campeonato. Ese tono risueño, que resalta las virtudes de Dogo Urroz ya no sólo como ariete gatorense sino ahora también como Director Técnico interino, podría confundir a algún trasnochado y hacer de esta, otra crónica que resalte las virtudes individuales de un jugador, tal vez el más destacado. Si bien en concreto el #14 volvió a convertir los goles del triunfo, glosar en ese hecho la extensión de estas palabras, que se proponen dar muestra de lo acontecido en el terreno de juego a lo largo de los ochenta minutos más esperados de la semana, sería injusto con el equipo en su totalidad. Y es que los doce guerreros que alistó Gatorei en la fría mañana del feriado tuvieron actuaciones sobresalientes, sin cada una de las cuales sería imposible explicar la tercera victoria en línea.
La retahíla de ausencias, precavidas o sorpresivas, obligó a quien le toca portar el cangurito con la sigla DTI (Director Técnico Interino) a improvisar cambios en la alineación titular. Con sólo doce presencias, la posibilidad de conjugar y alternar piezas resultaba bastante constreñida.
El Gato salió con la seguridad y algunas líneas de fiebre de Tati Tarando en la valla. JP Fernández retornaba a la titularidad por la banda derecha y Mati Pacce le correspondía por izquierda, Agus Fernández Bugna era designado primer central y Tato Huergo, la rueda de auxilio del Gato, ocupaba la zaga central que quedaba vacante por una nueva ausencia sin aviso de parte de Santi Rozas Garay. En el medio se paraban el púgil de la Serna por derecha, Mati FG y Agus Bourre por la zona céntrica y Ferni Huergo por la izquierda. Arriba para convertir se alistaban el Fili Scheinkestel y Alejandro “moneymaker” Urroz.
Los prolegómenos del match metían más miedo que ser sorprendido por Zulma Lovato a las 3 de la mañana en una oscura calle de Villa Urquiza. El faltazo de Tanque llevaba al sorteo inicial al Pura FG y su chiva finamente estilizada, quien en vez de optar por cara o ceca le decía al capitán rival que si él sentía que Junín debía arrancar el partido con posesión del balón, así lo hiciese. La estancia de Folatti en latitudes sureñas dejaba en acefalía la charla previa, que era capitalizada por el CEO de studiomediaweb para esbozar conceptos esclarecedores: “viejo, dejémonos de romper las pelotas y ganemos”. ¿Se venía el regreso de la camarilla Fernández Graziano?
Los primeros cuarenta
Gatorei entendía que necesitaba de la victoria para seguir prendido en la lucha grande y que enfrente había un equipo que, al menos otrora, sabía estar entre los mejores. Consciente de ello, salió con la determinación que lo viene caracterizando en toda la temporada 2009. Junín, el equipo más retro de la divisional, con varios players que ya peinan canas proponía un juego fuerte que tornaba friccionado en exceso al partido. Durante los primeros minutos del match los arcos sobraban. Los intentos de ambas escuadras se truncaban en la entrada a las áreas. Ante esta evidencia, el Gato empezaba a probar de afuera con Ferni, pero sus tiros no eran un dechado de puntería y con un zurdazo de Erni, que tras un rebote terminaba en tiro de esquina. Junín hacía lo propio, y casi logra convertir a la salida de un córner con un disparo bombeado, pero la pelota, bien controlada por Tarando, se fue rozando el travesaño.
Con el correr de los minutos los engranajes gatorenses se fueron aceitando y la solvencia rival comenzaba a mostrar grietas. De un saco de arco a favor y tras una doble peinada de Bourre en primera instancia y luego de Scheinkestel, Dogo entró solo al área, e hizo su gracia tocando sobre la humanidad del arquero que alcanzó a desviar el peligro. El mismo Scheinkestel, en su mejor partido con la casaca gatorense, se iba sólo al gol con todo el tiempo para pensar cómo definir, pero el diminuto colegiado le anulaba el avance por inexistente posición adelantada. A pesar de que no atacaba con tanta gente (los laterales quedaban contenidos ante la propuesta juninense de dejar tres delanteros para cada avance del Gato y Mati FG se ocupaba casi en su totalidad de relevar a Bourre) Gatorei avisaba y jugaba mejor.
A los treinta y tras una providencial recuperación en zona defensiva, Chicho de la Serna trasladó el balón hasta campo rival, dejando en el camino un par de casacas verdes, extendió para su compinche Ferni Huergo, quien alargó para Dogo que, entrando por el flanco izquierdo del área, burló la estirada del cancerbero para decretar la apertura del marcador. El banco de relevos y el reportero gráfico, únicos asistentes al match, se fundían en un abrazo.
Ferni, cansado tras una media hora de un enorme despliegue, pasaba a jugar como ariete con el Fino, y el goleador del Gato dejaba su puesto de vanguardia. Los de blanco mantenían su superioridad pero sin poder generar oportunidades de incrementarla y así se iban a las regaderas.
El complemento
Tras veinte minutos de entretiempo, que sacarían canas verdes a una serie de comentaristas deportivos, en este caso causados por la lejanía de la cancha siete de Ciudad con respecto a la provisión acuífera más cercana, el Gato volvía al césped y Urroz proponía no unos sorrentinos sino un cambio a la Caruso: el Pura FG saltaba al terreno por la mediacancha zurda en lugar de Ferni. La variante resultaría un éxito, ya que profundizaría el desgarramiento psicológico del rival que veía que el equipo que lo había superado con holgura en la primera parte se había guardado al Diez en la banca, y además le daba descanso a Ferni para aprovecharlo al máximo en los últimos minutos, cansancio rival mediante.
De la misma forma que el Gato había arrancado el partido con la determinación característica de toda la T09, el complemento lo inició sumido en una modorra que, sumada a la mayor enjundia rival en busca del empate, produjo algunos momentos aislados de zozobra. Tras unos pocos minutos de desconcierto y luego de ajustar algunas tuercas, especialmente en el mediocampo, los de blanco recuperaron el dominio del cotejo y empezaron a desplegar el mejor fútbol del campeonato.
En el PT y con Ferni parado de volante por izquierda siendo el iniciador de cada avance gatorense, la propuesta blanca quedaba limitada a esa banda, ya que se juntaba con Dogo y Bourre, y Chicho, impaciente porque no le llegaba la pelota, se cerraba, en lo que resultaba un amontonamiento de todas las casacas blancas ofensivas en pocos metros.
Reemplazado el Huergo menor, la oferta de ataque gatorense quedaba en los pies de Chicho, que ya no se corría de sector y lograba explotar al máximo la franja izquierda de la defensa rival, la más endeble de las dos, y en donde el de la piña prohibida mejor rinde. De su bota derecha, núcleo de cada ataque gatorense, comenzó a nacer un sinfín de oportunidades de gol. Bourre se soltaba más en relación a la primera mitad mientras Mati FG le custodiaba las espaldas.
El Gato empezaba a crecer y ahondar la ventaja sobre el rival, de la mano del ritmo impuesto por Chicho. Éste se unió con Erni y JP para hilvanar la mejor jugada colectiva del partido, que incluyó una sucesión de toques de primera que llevó la pelota desde el área propia hasta el desborde franco de Erni que descargó para Chicho cuyo remate se fue cerca del palo. Éste, cuando no conectaba con sus compañeros, agarraba la pelota en mediacancha y avanzaba hasta entrar al área y rematar a puerta. Así tuvo una muy clara que se fue rozando el palo, luego de perderse un gol increíble solo frente al arco, tras pelear una pelota que todos creían sería capturada por el portero verde.
Dándole continuidad a otro patrón de la temporada, Gatorei generaba y despilfarraba muchas situaciones de gol, y si bien controlaba a su rival, no conseguía definir el cotejo. A la mitad del complemento el Gato proponía un cambio de nombres y el Fino le dejaba su puesto de delantero a Ferni, que se recostaba por derecha para jugar junto a Chicho y enloquecer a sus rivales.
A los veinticinco, luego de no poder controlar un pase en profundidad de Chicho, JP presionó al defensa rival quien rechazó forzado, dejándole una pelota complicada a su compañero. Ante la presión bielsística impuesta por el Gato, el defensa intentó un pase al medio que quedó corto y Dogo aprovechó para, de zurda y de primera, poner el dos a cero, llegar a siete en la competición y llevar tranquilidad a sus dirigidos.
Los últimos quince minutos de juego sólo sirvieron para que Gatorei continuara floreándose. Sin solución de continuidad se sucedían una y otra situaciones de peligro. Junín no tenía fútbol para proponer y era un mar de nervios, comandado por un geronte que tras ser golpeado fortuitamente por una acción de juego ardía en maldiciones, provocando que se fuera reemplazando, no gritando Cruz Diablo! sino “te voy a matar”, a Bourre que lo miraba con una dosis de compasión y otra de vergüenza ajena. Los de verde estaban ya totalmente liquidados, contaban los minutos para la finalización del match, del que se fueron sin poder corroborar la calidad de Tarando, comentada por los vestuarios de Ciudad Universitaria.
Comandado por Folatti a la distancia, con Dogo en el interinato y en las redes, el juego del tryo Bourre-Chicho-Ferni y la sostenida solvencia defensiva, sobre todo de la cabeza de Tato, Gatorei estiró a tres su seguidilla de victorias. Volvió a mantener el arco en cero por segunda vez en el torneo y a regalar el mejor desempeño colectivo de la competición, cimentado en un férreo orden colectivo y una conmovedora solidaridad que dejó exhaustos a los doce gatorenses.
Así, y de la mano de los triunfos, la mística gatorense sigue en crecimiento, la ilusión de campeonato va adquiriendo verosimilitud, a la falsa modestia no se la ve ni en diez kilómetros a la redonda y el autobombo es, para cada jugador de Gatorei, la ropa marca Red Nails in Pain obligada a usar.
lunes, 15 de junio de 2009
viernes, 12 de junio de 2009
Fecha 4 - La Previa: Gatorei va por la sustentabilidad de su proyecto
El próximo lunes y sobre el pasto irregular de la cancha siete del fondo, Gatorei hará su cuarta presentación en el torneo cuando enfrente a Junín, en el horario de las 10:30, seguramente bajo un frío hostil, prolegómeno del inminente invierno que inundará de leggins la Ciudad de Buenos Aires y disparará la industria del tecito matinal de oficina.
Luego de dos victorias consecutivas (3x1 y 2x1, en argot brasileño, a Wandanara y Perdón Fútbol respectivamente) los otrora bordolinos buscarán hacer ley el adagio que reza que no hay dos sin tres. Enfrente tendrán una escuadra que empató todo lo que jugó en el campeonato: tablas en dos contra Los Bambis Boys y en uno en sendas presentaciones contra Fidel e Y También Morcilla.
A pesar de su anodino arranque en la temporada 2009, los de verde son recordados como uno de los mejores equipos a los que el Gato enfrentó en sus 6 gloriosos años de vida, lo que hace del match del lunes una buena medida de las aspiraciones del Gatorei.
La noticia saliente es la ausencia, en carne, mas no en alma y liderazgo, del hacedor de esta conjunción colectiva de voluntades. El energético Folatti pareciera haber entrado en trance al momento de recibir su título de Licenciado en Economía y preparó un viaje de egresados a Bariloche que lo tendrá fuera de las canchas y de la conducción técnica por lo menos por los próximos dos cotejos.
La plaza de seleccionador será ocupada, interinamente, por Dogo Urroz, quien en la semana, además de lograr grandes avances etimológicos, diseñó distintas formaciones para afrontar el compromiso del feriado. Siguiendo la línea de Folatti, Urroz se negó a confirmar el once inicial hasta minutos antes del puntapié inicial.
Los reiterados intentos de este medio de hacerse con la información pertinente resultaron infructuosos. Con insistencia se buscó develar el secreto mejor guardado, a través de la única fuente que podría echar luz al respecto: Gra. Es indudable que durante los sucesivos desayunos de la semana en la cocina, Dogo debe haber intentado evacuar sus dudas en diálogo peripatético con su madre, quien estoicamente habrá oído la retahíla de dudas de parte del DT Interino.
Las cavilaciones caninas en torno a cómo parar el equipo probablemente se deban a cómo alinear un Gato que no podrá contar con tres de sus pilares fundamentales: Tanque, Ani y Nacho Rivero. Por otro lado, la vuelta de Santi Rozas Garay amaina un poco el mal panorama, asegurando la presencia de un plantel de trece players.
Así, habrá que esperar hasta la mañana del lunes para saber cómo Urroz dispondrá de las fichas disponibles sobre el terreno de juego y qué pueden hacer sus dirigidos para convertir una racha de buen juego y buenos resultados en un proyecto sustentable a largo plazo.
Luego de dos victorias consecutivas (3x1 y 2x1, en argot brasileño, a Wandanara y Perdón Fútbol respectivamente) los otrora bordolinos buscarán hacer ley el adagio que reza que no hay dos sin tres. Enfrente tendrán una escuadra que empató todo lo que jugó en el campeonato: tablas en dos contra Los Bambis Boys y en uno en sendas presentaciones contra Fidel e Y También Morcilla.
A pesar de su anodino arranque en la temporada 2009, los de verde son recordados como uno de los mejores equipos a los que el Gato enfrentó en sus 6 gloriosos años de vida, lo que hace del match del lunes una buena medida de las aspiraciones del Gatorei.
La noticia saliente es la ausencia, en carne, mas no en alma y liderazgo, del hacedor de esta conjunción colectiva de voluntades. El energético Folatti pareciera haber entrado en trance al momento de recibir su título de Licenciado en Economía y preparó un viaje de egresados a Bariloche que lo tendrá fuera de las canchas y de la conducción técnica por lo menos por los próximos dos cotejos.
La plaza de seleccionador será ocupada, interinamente, por Dogo Urroz, quien en la semana, además de lograr grandes avances etimológicos, diseñó distintas formaciones para afrontar el compromiso del feriado. Siguiendo la línea de Folatti, Urroz se negó a confirmar el once inicial hasta minutos antes del puntapié inicial.
Los reiterados intentos de este medio de hacerse con la información pertinente resultaron infructuosos. Con insistencia se buscó develar el secreto mejor guardado, a través de la única fuente que podría echar luz al respecto: Gra. Es indudable que durante los sucesivos desayunos de la semana en la cocina, Dogo debe haber intentado evacuar sus dudas en diálogo peripatético con su madre, quien estoicamente habrá oído la retahíla de dudas de parte del DT Interino.
Las cavilaciones caninas en torno a cómo parar el equipo probablemente se deban a cómo alinear un Gato que no podrá contar con tres de sus pilares fundamentales: Tanque, Ani y Nacho Rivero. Por otro lado, la vuelta de Santi Rozas Garay amaina un poco el mal panorama, asegurando la presencia de un plantel de trece players.
Así, habrá que esperar hasta la mañana del lunes para saber cómo Urroz dispondrá de las fichas disponibles sobre el terreno de juego y qué pueden hacer sus dirigidos para convertir una racha de buen juego y buenos resultados en un proyecto sustentable a largo plazo.
jueves, 11 de junio de 2009
Fecha 3 - TrackVision
En esta oportunidad el TrackVision presta su servicio no para analizar una jugada polemica, sino para observar el perfeccionamiento táctico logrado por Gatorei. Los jugadores pueden rotar pero la defensa funciona con una linea de 4 estrictamente marcada que hasta el momento le permite al gato ser uno de los mejores y más sólidos equipos del campeonato.
miércoles, 10 de junio de 2009
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