viernes, 16 de octubre de 2009

Juntos Unidos Triunfaremos

En el día de la lealtad, el Gato busca la belleza y los tres puntos contra Bambis Boys, desde las 13:30 en la alfombra de Ciudad. Con el regreso de Chicho de la Serna y Nacho Rivero, el Gato engorda su plantilla de cara a lo que serán las próximas ocho finales que definirán si el 2010 lo encuentra finalmente en la tan anhelada B.

Después de los tres puntos conseguidos en esa épica contienda contra Kui, que catapultó a Gatorei a la tercera colocación, con un partido adeudado, los de blanco vuelven a las canchas para enfrentar a Bambis Boys, un viejo conocido de la divisional que históricamente resultó un escollo difícil de superar.
La última vez que el Gato se vio las caras con los dirigidos por un pelado-técnico bufaron fue en la gala inicial de la temporada pasada. Ese día, un equipo sin timón se comió tres pepas, obligando a Folatti a retomar la conducción gatorense. El presente muestra realidades muy diversas. El Gato llega tercero, tras vencer merecidamente a un serio candidato a ser promovido a la siguiente divisional, mientras que Bambis pulula tibiamente por la medianía (puesto trece, qué te parece) de la tabla de colocaciones, ya sin chances ciertas de ascender pero sí con la obligación de cuidarse para que los de abajo no le den el zarpazo. Más allá de cómo llegue cada uno, suele decirse que en la cancha siempre son 11 contra 11 (si nadie llega tarde y hay banco de relevos) y que todos los partidos son igual de difíciles, más por cuidarse del papelón que por ciencia cierta.
Más cercano a la verdad sería decir que el partido con Bambis no va a ser igual de difícil que el ya disputado contra alguno de los que pelean bien arriba: Santa Cruz, Agronomía o Kui. No es el leit motiv de estas palabras entender al de mañana como un duelo fácil, que desde ya no lo será, sino comprender que su dificultad podrá ser equiparable en cantidad, mas no en esencia. La primera dificultad es no caer en el relajamiento propio, y creer que tras vencer a Kui y demostrar que el Gato es cosa seria, los partidos contra los de abajo están ganados de antemano. La siguiente, antítesis de la anterior pero no por ello menos probable, es no caer en la desesperación que haría creer que a los diez del primer tiempo ya hay que estar arriba por tres goles y pensando en próximos compromisos. Otra podría ser cómo amalgamar un equipo que se va formando partido a partido con piezas distintas, intercambiables, que rotan posiciones y estados físicos, pero para eso Gatorei tiene a Folatti que nada con facilidad en esos mares turbulentos.

Como marca la historia, breve pero historia al fin, la dificultad mayor no estará de parte de lo que pretendan las once voluntades rivales, que desde ya hay que respetar, ya que cualquiera puede ganarle a cualquiera (desde acá queremos evitar un posible papelón), sino en mantener el temple ganador que el Gato viene desarrollando. La consigna es no marearse en las alturas, disfrutar del día doblemente peronista de mañana y salir a buscar contra un equipo que en los papeles es menos, los tres puntos, no suspensivos, que se ponen en juego.

1 comentario:

  1. Dale Gato daleeeeeeeeeeeeeeee.
    estos pibes nos pintaron la cara el año pasado.
    Intentemos demostrar que somos algo más que Bourre+10.

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